El Dr. Srikumar Rao afirma* que al menos la mayor parte del tiempo, por su puesto que sí, es posible.

En este sentido, primero exploraremos la pregunta ¿Cuál es la razón por la que somos infelices? Somos infelices porque nos aferramos a un modelo de mundo (mapa mental) estrecho. Un modelo mental basado en el condicionante: ‘si… entonces…’, es decir, ‘si sucede esto, entonces seré feliz’, por ejemplo:

Cuando las situaciones no salen como queremos, rara vez nos detenemos a reflexionar sobre los errores de nuestro modelo. Todo lo contrario, tendemos a culpar a la otra persona, al mundo o a quien creemos que es el o la responsable.

Además, muchas veces este modelo queda corto. Pensamos que con el ascenso sería feliz, pero una vez en el nuevo puesto, reconocemos que seremos felices si llegamos a la gerencia nacional o del continente.

Sin embargo, si contemplamos a los niños, nos damos cuenta de que la felicidad es nuestra naturaleza intrínseca como seres humanos y se manifiesta automáticamente cuando abandonamos el modelo ‘si… entonces…’.

¿Te acuerdas haber contemplado un arcoíris, una montaña con múltiples colores, el camino que recorre el río o las rítmicas olas del mar, los cuales te generaron una sensación de gran calma y serenidad? ¿Te preguntaste la razón por la que te sentiste tan bien?

De acuerdo a Fritz Perls (padre de la Terapia Gestáltica), esta sensación de bienestar sucedió porque de alguna manera en ese instante estuviste presente en el ‘aquí y ahora’ y aceptaste a la naturaleza exactamente como era. No dijiste: es un hermoso arcoíris, pero está un poco a la derecha, si pudiera moverse 200 metros hacia la izquierda estaría mucho mejor o la montaña se vería mejor si tuviese otra paleta de colores y el río aumentará el volumen a su caudal. El arcoíris, la montaña y el río estaban perfectos donde y cómo estaban.

¿Sucederá lo mismo con nuestras vidas? De acuerdo al Dr. Srikumar Rao, tu vida, mi vida, nuestras vidas con todos los problemas que creemos que tenemos, es igual de perfecta. Para él, cuando aceptas la naturaleza de las personas y de las situaciones tal y como son, no tienes que hacer más para ser feliz, una felicidad en forma de una profunda sensación de ventura.

Aceptar tu vida no significa que seas pasivo y no pienses en las cosas que te preocupan o que quieres. Significa que no dejes que diferentes eventualidades perturben tu equilibrio personal, como cuando trabajas para tener el control de alguna situación y luego te frustras por alguna circunstancia imprevista. Por ejemplo, planificar una reunión importante, para que la lluvia repentina e inesperada modifique todo el encuentro.

Este ejemplo nos ayuda a recordar que las acciones a realizar están bajo tu control, pero el resultado no lo está. En general toda nuestra vida hemos estado tratando de lograr objetivos y a veces los alcanzamos y a veces no. Esta es la naturaleza de la vida, reconocerla y hacer las paces con esta realidad será lo conveniente.

Las metas específicas y medibles son valiosas, por supuesto, porque marcan la dirección. Sin embargo, una vez fijado el norte, lo sugerente es poner toda tu energía emocional en las actividades que debes hacer para alcanzar esa meta. Paradójicamente, cuando te concentras en el proceso y te desapegas del resultado, la probabilidad de lograr tus propósitos aumentan. Esta es la recompensa de estar centrado en el ‘aquí y ahora’ respetando la naturaleza de las personas y las situaciones.

John Wooden fue la primera persona en llegar al salón de la fama del baloncesto como jugador y como entrenador en la UCLA. Él solía decir a sus jugadores: Solo quiero que tu cabeza al finalizar el partido mire arriba y solo hay una forma para que suceda esto, sabiendo que diste tu mejor esfuerzo en cada balón, en cada corrida, en cada marcaje. Si haces eso, entonces el puntaje realmente no importará, aunque si será de tu agrado. Este es, sin duda, un buen ejemplo de qué significa enfocarte en el proceso, no en el resultado.

Si vives tu vida de esta manera, encontrarás que los cambios en tu vida no te agobiarán, no estarás frustrado cuando las situaciones o las personas no respondan como te gustaría que fueran. En resumen, vivirás con esa emoción que permitirá sentirte libre y espontáneo. Algunos lo llaman felicidad.

*Autor de ‘Are you ready to succeed?’

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4 Responses

  1. Así es querido Walter. Se vive habitualmente en el “deber ser” (cuando tenga esto,,, cuando pase aquello…) y nos desentendemos del “ser”, o sea del ahora o “presente”. Aparte de que el razonamiento descuida el agradecimiento por lo que sí existe, suele inscribirse la situación en la opción por el placer, cuyas consecuencias resultan efímeras y a veces perjudiciales. Mejor sería pensar en la “gratificación”, según el decir de Martín Seligman en su obra “La auténtica Felicidad”. Esta se cimenta en la idea de alcanzar un logro con el debido esfuerzo previo y disfrutar del resultado. Esto, al cabo, nos dará la “vida significativa” y con ello la “felicidad” o mejor aún la “serenidad” que J.Borges proclamara como “el mejor de los estados”.

    1. Muchas gracias, querido Alfred por tu valioso aporte. Siempre me complementa y aprendo mucho de ti.
      La distinción entre ‘efímero’ y ‘gratificante’ son profundas. Sócrates mencionaba que el hombre sabio es ‘el que toma sus decisiones pensando en el largo plazo’
      Abrazo!

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